viernes, 29 de julio de 2011

El silencio de dos ojos
en inmensurables pastizales
me recuerdan a la enseñanza
de un viejo obelisko.

Me subo al tren en direccion
a la gran torre con forma de cigarrillo
y espero aprender
sobre los dones del silencio

martes, 26 de julio de 2011

Persianas

Se deslizan por tu muslos
unas manos traicioneras
y las campanas de las cinco
de la tarde empiezan sus golpes.

El sol grita por entrar en tu ventana
y tu dulce y melodiosa boca me pregunta
de la forma más dulce
a donde van los vagabundos
cuando llueve

domingo, 24 de julio de 2011

Abajo de las noches de verano
se esconden melodías y acordeones.
Mientras que en las noches de invierno,
nos escondemos en nosotros mismos.

jueves, 21 de julio de 2011

Los tristes problemas
del pasado volvieron
sonrientes y con
afiladas dagas
en la punta de sus dedos.
El humo de la ciudad se mete adentro de un cientocincuentaydos
y Buenos Aires amanece resacosa y fría.
Por La Boca, alguien tira unas monedas al río
y las palomas comienzan sus arrullos de muerte.
Se convierten en tus ojos
las paredes de mi cuarto
y tu pelo aparece en el techo
y tu boca sale del piso y me habla
Y me grita cosas que no entiendo

Mientras yo remo
encima de un colchón,
remando para no pisarte.

Porque si te piso, sabés,
que solo podemos
perdernos de vuelta
entre las paredes de tus ojos.

miércoles, 20 de julio de 2011

Si me ves
parado en esa esquina de Martinez
esa misma de la última vez,
sabés que no soy producto
de tu imaginación.
Entre la humareda de un cuarto lleno de inciensos,
muero ahogado entre las piernas de una mujer
Perfecta
como los cielos azules o los vagones vacíos,
Te pido perdones por mis cuelgues y desarrieles.
Espero volver a ser ciclope
Y capaz contar estrellas
En el techo de tu
living.

domingo, 17 de julio de 2011

Me encierro
en el cuarto
de mi niñez y
comienzo a
perseguir una
tortuga de
caparazón
de espuma.

Miro por las rejas
y veo la luz.
Dos cartas,
tres tiros,
un muerto.-

Maldito y Cortamambo - Las Pastillas del Abuelo

Maldito y cortamambo ese ingrediente
que se hace dueño de nuestra costumbre,
le gana la partida al más valiente,
maldita y cortamambo; la incertidumbre.

Maldito y cortamambo el condimento
que te hace tensionar hasta los dedos,
que te genera falsos escarmientos,
maldito cortamambo y cruel, el miedo.

Maldito y cortamambo ese aderezo
que roba tu control, te deja tieso.
Con la mirada a full, pidiendo ayuda.
Que si se instala ningún camino es seguro.
Que te envenena y lo ves todo mas oscuro.
Maldita contramambo y cruel, la duda (cruel la duda).

Pero a no desesperar, desesperados,
que si es el miedo quien nos roba la sonrisa
como el ave fenix, derrotado,
el coraje renace de las cenizas....

Y ya no habrá mas duda dentro mió,
no mas incertidumbre como antes.
La fuerza y la firmeza frente a un lió
serán junto al valor, mis tres amantes...

Y volverá la duda desafiante,
con todo su poder de resentida,
cuando el valor se haya tomado el raje.

Tarde o temprano raja toda amante
y así va transcurriendo nuestra vida:
entre duda valor miedo y coraje...
entre el miedo y el coraje... 

jueves, 14 de julio de 2011

Caigo 
nuevamente 
al 
abismo 
creado 
por 
las 
caricias 
de 
una 
mujer.
Los tristes problemas
del pasado volvieron
sonrientes y con
afiladas dagas
en la punta de sus dedos.
Dos tristes palabras colmaron un viaje de vuelta
a la ciudad de luces desamparadas.
 Una mujer caminando por la vereda,
un hombre llorando dentro de un trén.

miércoles, 13 de julio de 2011

Realmente en vano fueron las palabras
del timonel al capitan,
gritando bajo la horca de las olas
que el mastil ya no iba a durar.

Silencios de cuna
y olas rompiendo en la costa
de mis sueños,
veo un cuerpo conocido
acostado inmovil en la arena.

martes, 12 de julio de 2011

Cual reflejo del desierto de las rosas,
te pensé venir y apareciste.
Seguramente seas producto de mi imaginación
o de la de algún loco destructor de vidas.

Como decían los romanos
aceptando sus penas mayores
y destinos crueles:
Te saludo.
Semejantes manos monstruosas
son las que se asoman
de las mangas de mi camisa.

Uñas rotas y piel sangrienta,
mugre y odio en la comisura
de mis dedos y un poema
a medio escribir,
estrujado entre palma y diente.

Como dije,
un poema a medio morir
entre furia y vientre.
2 sonrisas leves
son las que compartiste conmigo
en 2 mañanas y un par de tardes.

Tardes de primaveras inglesas
en inviernos bonaerenses
y talvez unos mates cerca
del Café Martinez.

3/4 de Buenos Aires
fueron recordados y recorridos
por tus brazos y tus ojos.

El otro cuarto
anhela florecer
bajo la sombra de tu piel.
Pájaros que vuelan al ras del cielo,
soslayando los tres mañana,
y un tango de bases tristes,
como lo fueron los poemas de mi vida
y lo son las costumbres de tus poesías
Autodestructivas e infértiles.
Vivir tan corrientemente
en una corriente de acido
significa hablarle a mi guitarra,
solo porque extraño tus sollozos.

Seguramente fue porque te asemejaste
a un Rubik, a un cubo de edicion limitada,
de seis caras espejadas
y tristes bohemias.

Silencio, disparos en la madrugada
y la televisión del living sigue prendida.
Cayendo del ventanal
de la ciudad de los hombres
sueño con el poder
de las palabras efímeras.
Palabras que rondan
los 600 años
y talvez
51 días.

viernes, 8 de julio de 2011

Una pregunta..

Las caras de los chicos
pegados al vidrio en invierno,
¿son más distintos
al llanto de rodillas raspadas
o al calor de los fogones en verano?

jueves, 7 de julio de 2011

Correteando por la vereda
con su pelo mugroso,
su olor a sueño de doce horas
y su aliento a capuccino tostado,
entró agitadamente al cuarto
a verlo a él,
en la cama del sanatorio
con la exacta misma pinta de calle.

Pero llegó, y eso es lo que importa.Entendes qué importa?
Qué-té-impórta.

Notenesideadequéesloqueimporta,no?

miércoles, 6 de julio de 2011

#1

Por primera vez en semanas,
puedo dar por terminada
la primera parte del Magnum Opus.

viernes, 1 de julio de 2011

Soñé en una noche con toda la gente
que conoci durante mi vida.
De grande, de chico
desde mis amigos hasta familia.

Un campo turbiamente seco
funcionaba de escenario,
como tristes ecos y
malganados tristes diarios.

Rogué por olvidar a la mitad,
y de extrañar más a los ya caídos;
más no pude hacerlo,
y caí dentro de trampas de hombres rendidos.

Siete tres siete fue tu numero,
antes de entrar a ese pasillo,
ahora solo respiro hondo,
mientras la muerte baja del altillo.