Se convierten en tus ojos
las paredes de mi cuarto
y tu pelo aparece en el techo
y tu boca sale del piso y me habla
Y me grita cosas que no entiendo
Mientras yo remo
encima de un colchón,
remando para no pisarte.
Porque si te piso, sabés,
que solo podemos
perdernos de vuelta
entre las paredes de tus ojos.
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