miércoles, 13 de julio de 2011

Realmente en vano fueron las palabras
del timonel al capitan,
gritando bajo la horca de las olas
que el mastil ya no iba a durar.

Silencios de cuna
y olas rompiendo en la costa
de mis sueños,
veo un cuerpo conocido
acostado inmovil en la arena.

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