Semejantes manos monstruosas
son las que se asoman
de las mangas de mi camisa.
Uñas rotas y piel sangrienta,
mugre y odio en la comisura
de mis dedos y un poema
a medio escribir,
estrujado entre palma y diente.
Como dije,
un poema a medio morir
entre furia y vientre.
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