viernes, 3 de febrero de 2012

Sueños del Diario de Catalina

Miro el cielo con la abstinencia de un cigarrillo, pienso en la idea de contar estrellas pero antes de llegar a dos me doy cuenta que capaz el cielo no existe. Probablemente la idea de que mis piernas no fueran tus piernas me daba la ilusión -pocoduradera- de un futuro pseudo-separados. Porque como vos dijiste, el tiempo solo nos deja olvidados entre las vueltas infinitamente largas de las luces de la gran ciudad.

Cómo de costumbre, corro entre mis sueños a las plazas del pasado, y las paredes del presente, que me llenan del pudor frío, que me hace darme cuenta de que en realidad estoy soñando y solo estoy teniendo un mal viaje.

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