Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
viernes, 4 de marzo de 2011
Paredes escritas con lapices y crayones y algo mas. Y la lampara de la mesita ilumina como dos o tres soles.
Y entre la ceguera de esas luces o el calor de la vereda todavia no me decido. Y no lo voy a hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario