Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
viernes, 4 de marzo de 2011
Desplumándose en la vereda arroja cada fragmento blanco con espumas de rabia, las cuerdas azotan otras cuerdas el violín corta la muerte, corta el viento, el vuuelo de los pájaros. Reduciendo a cenizas el tiempo.
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