martes, 19 de octubre de 2010

Curso de Francés, Volumen 5

Ya de noche, la misma mesa, los mismos muebles viejos y olorosos. Ni luna ni nubes ni tu-tía, solo el silencio ensordecedor de esta noche ya pasada de tragos y comentarios. Y ellos dos sentados, en la guarda del balcón.

"¿Y entonces? Te quedaste callado"
Silencio.

"¿Va bien o tiró para atras?"
...

"Ves, son estas cosas las que me hacen considerar si no sos más que un sueño, cuando estás así dudo hasta de mi propia existencia, y necesito sentirte, escucharte, verte, hablarte, tenerte cerca para demostrar lo contrario.. Te quiero."
¿Eso vendría a ser una declaración? Porque en este momento lo que menos quiero escuchar son tus declaraciones. Vos conocías el trato, vos sabés que nosotros como uno no trascendemos de las sabanas, ni de los cigarrillos. Pero concuerdo con vos, somos dos.

"¿Cómo?"
Si, ultimamente creo que la vida en sí es un mal sueño.

"Tal vez tengamos que dormirnos para vivir la vida real, para volver a nuestro mundo.. No importa, buenas noches."

Se va, vuelve a las sabanas, mientras muere un último, se escucha el murmuro.


Un vida que no vamos a recordar mañana a la mañana... Buenas noches.


Y así, entre los crickcrick de los grillos, y el ruido del tren a lo lejos, muere una cuta, y se oye un suspiro.

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