Te perdí entre las caras del subte sin saber si alguna vez volveríamos a vernos.
Te encontré durmiendo sobre la falda de la montaña.
Te vi desnuda, hermosa como el amanecer, mientras bostezabas y me pedías que vuelva a la cama con vos.
"no importa si el café se enfría. Quedate un ratito más" me dijiste.
Y me mataste.
Me ganaste.
Me enamoraste perdidamente cuando pensaba que ya no había más amor para dar.
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