lunes, 25 de febrero de 2019

Escribimos para que la vida sea más ligera.
Imaginamos para que los sueños sean otros.
Extrañamos para que el amor no se pierda.

Pero si uno no escribe, no sueña ni extraña puede estar bien con la realidad que se ha creado.

El combustible de mis sueños siempre fueron mis poemas. Y hoy elijo volver a aplicar ese triangulo creativo en ellos en lugar de vos.

Asertivo es la palabra clave en todo esto.
Feliz de darme cuenta que tus juegos no aplican más en mi.
Feliz de saber que la piel es solo eso.

Que el amor que dijiste dar no es más que un cuento de una mente pobre, de un miedo a la vida, de un alma acomodada en el deseo cobarde de ser la víctima de tus propios miedos.

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