Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Y así como un anillo
puede desgarrar la piel
de la palma
de mi mano,
tus palabras,
sordas a tu propio oído
se confunden en el susurro
oscuro de las aguas del río
hasta perderse en el fondo
hondo del anillo plateado
sin fondo.
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