lunes, 22 de agosto de 2011

Tus ojos y tus piernas, como cortinas
se cerraron para tapar las luces
del amanecer de la medioalba.

Probablemente sea todo un sueño,
y solo podemos despertarnos cuando
nos sacudimos violentamente
a nosotros mismos.

Pero eso no importa,
porque probablemente
superé a diez-y-seís hombres
para cerrar esos ojos

y no me arrepiento ni me acuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario