Tus ojos y tus piernas, como cortinas
se cerraron para tapar las luces
del amanecer de la medioalba.
Probablemente sea todo un sueño,
y solo podemos despertarnos cuando
nos sacudimos violentamente
a nosotros mismos.
Pero eso no importa,
porque probablemente
superé a diez-y-seís hombres
para cerrar esos ojos
y no me arrepiento ni me acuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario