Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
lunes, 15 de agosto de 2011
Si me pierdo en el desierto
de tus muslos
no me odies,
solo soy un humano
sediento y borracho.
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