El frío se despierta con ansias
pasando el tercer puente,
mientras cuatro mujeres esperan
con piedras en las manos.
Una patada a la nuca,
probablemente,
el vacío de una caída
y de dos arroyos zumbantes.
Como dije, frío.
Son tal vez curvas
(como las de tu cuerpo),
de las que no vamos
a poder salir.
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