Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
sábado, 18 de diciembre de 2010
Había unos peluches tirados ahí en la vía, cansados, mugrosos y malolientes.
Capaz los habían tirado a proposito, porque eran feos, porque estaban sucios y apestosos,
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