Un farol en la calle, y un chico contempla mientras le cuenta a su amigo,
ese es el sol, acá trabaja todo el tiempo.
Contemplando, mirando esa luz amarilla, pasan los autos.
Sopla el viento, y pasa gente.
Nadie nota las manchas en el piso,
ni mucho menos las marcas en las paredes.
Deja de soplar el viento,
la luz del farol se apaga.
Lentamente, el arbol se queda quieto;
al compas de violines y tambores de ritual.
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