martes, 23 de abril de 2019

Y sin saberlo muy bien, pero a sabiendas que ya lo habían advertido, pusieron la mano muy cerca del fuego.

Hace frío, eso lo sé. El clima de la vida no acompañaba para nada a querer alejarse de la fogata, entonces nos quedamos ahí, cantando, hablando, viendo como las chispas imitaban al pasado e invitaban al futuro a repetir el ciclo.

No lo sabíamos, pero esa última vez que nos vimos, nos quemamos con el fuego. Nos equivocamos y ahora el silencio es testigo de esa mala acción.



Te deseo todo lo que el mundo tenga para dar. Te deseo incontables sonrisas y sueños concretados. Te veo en un futuro noble, altiva, feliz.

Como marineros viendo zarpar el barco, como mujeres en el muelle esperando, escuchamos las canciones del río que alguna vez nos vio nacer y al que sabemos, en esta vida o en la otra, vamos a volver.

Skøl, soñadora del universo!

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