sábado, 16 de marzo de 2019

Aunque la mona se vista de seda.

Aunque uno disfrace sentimientos, aunque uno se diga ser perfecto, o se escude en desligar toda responsabilidad sobre el rumbo que la vida toma, al final del día, uno duerme abrazando una almohada de ilusiones, vagas, vacías, donde la víctima siempre es, y el victimario siempre pasa a ser otro.
Aunque niegues que el tiempo es suficiente, vernos a los ojos solo cuesta todo lo que la dignidad del ego está dispuesto a sacrificar.
Aunque robes memorias del cerebro y las vueltas se conviertan en idas, o te proteja la falsa esperanza de un amigo que dice "no es tu culpa" solo vos sabes que eso no es cierto. Y quizás sea ese el motivo por el cual no quieras despertar. Aunque te envuelva la fantasía de que actuaste bien, los ojos de quienes vieron todo son los que te siguen viendo, y no te permiten subir o levantarte. Porque es cierto, aunque te vistas de sedas, de alegrías o de ese vacío superficial que llamas "estar mejor" seguís siendo unx niñx asustado de caer en el primer round, víctima de tus propios pies.

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