Sabes, que erramos. Me equivoqué al pensar que podría dar vuelta mi mundo para que vos sonríeras como alguna vez lo hiciste a mi lado. Me equivoqué al pensar que si soltaba todo, mi corazón iba a valer la pena para el tuyo.
Me confundí al pensar que si me quedaba las cosas iban a mejorar. Y erré al calcular que las lágrimas derramadas pesaban menos que las sonrisas, caricias y miradas que nos regalamos. Pero esto fue hace tanto tiempo. Fue hace tanto que no parece haber sido ayer...
De ese montón de errores que vos llamaste Juan, hay dos brillando sobre el pilón como dos petardos recién encendidos. El primero fue mentirte (incontables a tus ojos) y el segundo fue esperar - nuevamente - que tu alma tuviera el valor que tuvo cuando empezamos a construir este refugio.
Hoy derribado en cueva, en tierra de nadas.
Como siempre pedí a quien estuviera para escucharme, solo quiero que seas feliz.
Como siempre quise pero no pude decirlo, espero que te den lo que tu corazón anhela, y que con eso el odio se borre de tu vida.
Odiar durante un rato está bueno, nadie lo puede negar. Pero si hay algo peor que vivir atrapado en el pasado de tu vida, es vivir atrapado en el odio que tu pasado causó en ella.
Salud, cheers, sköll, Lola
espero encontrarte sonriendo alguna vez.
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