miércoles, 16 de mayo de 2012

Los Mañanas de los Ayeres

rezamos un poco
por las tardes,
mientras dormimos
a la mañana,

preguntamos por mujeres perdidas,
sean Helena o Mariana,
y corremos entre la mugre
de las llanuras
pampeanas,
espeluznantes
y decrépitas,
como las mañanas.

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