hoy cuelgan desde el borde de tu ventana, al lado de tus codos
y tus ojos marrones castañamente redondos.
Los suspiros que soltás desde ese marco
son los que de a poco llegan a mi cuarto y
bajando la temperatura, me hacen solo pensar en
piedras preciosas como jades, marfiles y castañas colgando del brillo
de tu mirada, aireada, tranquila, flaqueando ante problemas triviales
y sobreviviendo al compás de un equipo llamado; Imperial Teens.
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