Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
lunes, 12 de diciembre de 2011
Y pese al sol del mediodia,
y el fin de semana achacadamente largo,
sigo con el olor de tu cuerpo en mis manos.
Pensando en vueltas de obligado
y tímpanos de acero.
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