Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
lunes, 19 de diciembre de 2011
Y las piedras de la calle
no te dejan de golpear las rodillas,
ahogandote entre las olas del pavimento
y las sonrisas tristes del impedimiento,
se cumple un año desde que miento
y me escondo entre las luces del siglo vein-tí-uno
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