martes, 13 de septiembre de 2011

Nunca pensé que llegaría el día
en el que una galletita
fuera capaz de tomarse
mi café.

No obstante, sentado
en un escritorio, viendo
como los mosquitos, pobres
juegan a ser grandes empresarios.

C'est la vié dijiste tres veces
antes de que los ruidos de hierro torcido
rompieran tu boca,
tu cabeza y tus sueños.

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