Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
martes, 30 de agosto de 2011
Solo le pido
a mis piernas
que respiren
hondo
antes de entrar
a la espesura
de tu pelo.
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