Dirigido fielmente por Mark Donham,
sirviendose de techo y refugio para problemas
propios, ajenos y de nadie.
Un cuarto de paredes oscuras,
capáz una ventana en una de ellas
y una puerta en otra.
Paredes mohosas y una lampara.
Seis sillas puestas alrededor de un halo
y un par de baldosas rotas.
Sin más ni más, invito al que lo desee,
a tomar asiento y escuchar, hablar y ver.
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