Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
martes, 31 de mayo de 2011
Salgo a caminar por un pueblo fantasma, mirando las ventanas vacías y las noches de luna criminal. Escucho ruidos y vuelvo corriendo al refugio de tus labios humedos.
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