Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
lunes, 4 de abril de 2011
Al fin y al cabo las verdades son afanes de reyes de ocasionar tabúes y que sus hijos se sintieran dignos de dioses y no de pueblos mugrosos como de los que provinieron sus madres.
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