Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
lunes, 28 de marzo de 2011
La droga escondida bajo la estela de su perfume, suena a romance. Pero no debería ser así. O si?
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