Iba el, sereno, tranquilo, con una sonrisa de colmillos e infantil manejando, sonriendo a los comentarios de la mina al lado suyo y viendo (por el retrovisor mal ajustado) a los otros dos, enroscados en su mundo y piernas en el asiento de atras, como en un sueño, penso mientras parloteaba con las manos sujetas al volante; ya a 120
Ella, al lado; hablaba de tribalidades como lo son el clima, las guerras o el amor, y las combinaciones que estas podian tener.
Ya por Cordoba y doblando por Corrientes; vio que los semaforos se alineaban en amarillo, y como una ola, iban pasando a verde. Ni lo penso el, y antes de que se pusiera en verde el ultimo de los semaforos, ya estaba corriendo en los 136 kilometrosporhora sobre ese Gol destartalado y de color agua-ceniza.
Sonaban un par de baladas sobre los tinglados; entre bocinas y luces de ambulancias y policias sobre la NueveDeJulio. Entre gatos negros y un par de escalones rotos.
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