viernes, 6 de agosto de 2010

Una via, un puente, una calle y un sillón se encuentran en la esquina de la pampa y reconquista.
Se miran con desconfianza, porque saben que todos buscan lo mismo.
Mientras tanto, suena Sumo en el fondo con Corpiños en la madrugada.
Y yo, que me acompaño a mi mismo, contemplo la escena.

Escena de silencios incomodos,
de miradas fugaces,
de nervios destrozados.
No te pongas azul, escucho, y miro al sillón.

El sillon camina, se va.
La calle se ríe.
La via los mira con odio.

El puente, sonríe, mientras tararea el final del tema
de ese llamado Teléfonos.

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