Cielos de color gris oscuro, gotas que caen pesadas en mi cabeza.
Camino pensando en recordar, recordar como era esa melodía,
pero no puedo. No sale.
Sigo caminando, y llego a una esquina.
El cielo beige y carmesí,
los arboles y la libustrina de color negro.
Mientras expiro, sopla el viento; fuerte, con furia. Como ofendido en contra de los demás peatones que la dejaron de lado a la vereda.
Me acompaña de forma ritmica, al compás de ese tema que quería recordar y que ya volvi a archivar en un olvido.
Para cuando llego a destino, el cielo cambia.
El contraste deja de ser tan fuerte, y se pone celeste, con arboles verdes y pajaros que no cantan, pero tampoco conocen el silencio.
Me hago una promesa..
Prometo rendir homenaje a quién pueda explicarme una sola cosa.
En dónde estoy, a donde voy.
¿En qué estoy metido?
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