Seguramente el lugar a donde van a parar no solo los
cigarrillos ya quemados, sino también las pequeñas
bizarrías que el fuego, la charla y el humo conllevan.
martes, 29 de junio de 2010
Envido, Quiero Vale Cuatro
Odio olvidarme de lo que digo. - ¿Qué pasa? Eso, que odio olvidarme de las cosas que dije o digo. - Pero no dijiste nada recién, ¿me estás jodiendo? Si dije, ¿no me escuchaste? - ¿Escuchar qué? Nada, me olvidé. - Sos un imbecil.
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